All or Nothing: New Zealand All Blacks

Los All Blacks de Nueva Zelanda enfrentan a los formidables Leones Británicos e Irlandeses, algo que ocurre solo una vez cada 12 años. Una dura prueba que ve a uno de los veteranos del equipo marginado por una lesión. Con presión y el partido en la cuerda floja, las esperanzas de un país pronto recaerán sobre los inexpertos hombros de un novato que apenas terminó la secundaria.

Los Leones Británicos e Irlandeses acusan a los All Blacks de juego sucio contra uno de los venerados líderes del equipo, Jerome Kaino. Pero es el controvertido juego de otra superestrella de los All Blacks, Sonny Bill Williams, quien deja el segundo partido contra los Leones en riesgo y a los implacables hinchas de Nueva Zelanda con sed de sangre.

Entre el clamor por la serie empatada contra los Leones, el entrenador debe armar un nuevo plantel para el Campeonato de Rugby, con los más feroces rivales del equipo del hemisferio meridional. Con el archienemigo Australia primero, toma una decisión audaz al seleccionar al nuevo Damian McKenzie. La selección es crítica, ya que hay importantes noticias sobre el futuro del subcapitán Ben Smith.

Con el subcapitán Ben Smith inactivo, el jugador estrella Beauden Barrett asume la codiciada posición de liderazgo en un partido contra Argentina, en la ciudad natal de Barrett. ¿El formidable scrum de Argentina y la presión de ser el ídolo del lugar natal será demasiado para los All Blacks y el mejor rugbista del mundo?

Los All Blacks empiezan el cuarto partido del Campeonato de Rugby en un enfrentamiento intensamente físico contra Sudáfrica. El partido marca el regreso de un jugador querido y de un extenuante calendario de viaje por delante. Mientras el capitán Kieran Read se empapa con el necesario tiempo familiar, otro All Black se prepara para el viaje de la paternidad.

El legado de los All Blacks está en juego en una temporada en que el equipo tuvo que excavar más que nunca. El Campeonato de Rugby llega al final, y los All Blacks deben estar a la altura para llevar a casa el trofeo, defender al país y afianzar una tradición centenaria de dominio.