Carrie y Franny viven en Brooklyn, donde Carrie trabaja como defensora de musulmanes estadounidenses. Dar y Saul se entrevistan con Keane, la presidenta electa. A Quinn le cuesta adaptarse a sus nuevas circunstancias.
Alicia se ve envuelta en un escándalo ético que podría costarle la licencia y arruinar la campaña política de Peter. Mientras, surge un tercer candidato para fiscal de estado.