La leyenda de los tres caballeros

Donald pierde su trabajo, su casa y a su novia Daisy intentando celebrar su cumpleaños. Pero todo cambia cuando se entera de que heredó la cabaña de su bisabuelo en el prestigioso Instituto New Quackmore. A su nuevo vecino, el barón Von Sheldgoose, no le gusta que Donald se mude a la exclusiva zona. Todo empeora cuando José, un loro de voz seductora y Panchito, un gallo que busca emociones, aparecen reclamando parte de la herencia. Los tres encuentran que la cabaña está llena de artefactos de valor incalculable y descubren un atlas mágico que, al abrirlo, libera a una poderosa diosa.

Xandra instruye a Donald, José y Panchito sobre sus ancestros y los lleva a la isla de Creta para ver si son dignos de convertirse en Los Nuevos Tres Caballeros. La prueba involucra un antiguo laberinto y a su feroz habitante, el Minotauro. Donald, José y Panchito se unen como equipo para derrotar al Minotauro y adquirir tres amuletos encantados. Ya en la cabaña, con los amuletos abren una cámara oculta que revela los tesoros perdidos de sus ancestros. Sheldgoose descubre sus propias raíces ancestrales malévolas, y despierta al hechicero malvado Felldrake, empeñado en destruir el mundo.

Los Tres Caballeros, recientemente unidos, siguen el rastro del malvado Felldrake hasta el antiguo Egipto, donde descubren que una de las pirámides es en realidad la punta de un enorme cohete construido hace mucho tiempo por una raza, ahora extinta, de gente lunar. Viajando a la Luna en la pirámide-cohete, descubren el plan de Felldrake: resucitar a un ejército de enormes robots lunares para apoderarse de la Tierra. Los Tres Caballeros deben detenerlo; y será cuando no estén ocupados luchando contra las Astro-Momias.

El Árbol de los Mundos da frutos que en realidad son mundos nuevos. Cada mundo contiene una inmensa cantidad de poder concentrado, y Felldrake lo quiere. Los Tres Caballeros lo siguen a Roma y suben al árbol, pero Felldrake transforma a las termitas del árbol en gigantescos monstruos aterradores. Ahora, los dioses romanos son jardineros pacíficos y leñadores temerosos de las termitas, por lo que no pueden combatirlas, y Los Caballeros deben actuar como súper-exterminadores. Si fallan, el árbol que sustenta los mundos será devorado, y el universo que contienen sus ramas podría colapsar.

Buenas noticias: ¡Daisy aceptó salir con Donald! Malas noticias: ¡La Isla de Pascua peligra! Los Moái de piedra que vigilan y protegen al mundo de las feroces criaturas de lava que habitan el volcán de la isla, han sido persuadidos por Sheldgoose para que salgan del suelo y asistan a una fiesta luau, dejando el volcán sin vigilancia. Los Caballeros, menos Donald quien está con Daisy, deben convencer a los Moái para que regresen a sus puestos antes de que las criaturas de lava escapen; pero necesitan a Donald, por lo que tiene que dejar a Daisy. Por cierto, esto no la hace nada feliz.

En Stonehenge, Sheldgoose usa un portal para entrar en un reino de goblins y se convierte en su rey. Los Tres Caballeros llegan para luchar contra ellos, pero son arrojados en la cárcel goblin. Por primera vez se encuentran sin Xandra, quien fue atrapada en el Atlas. Los Caballeros logran escapar y liberar a Xandra, y se preparan para luchar contra los goblins; pero descubren que no son sus peores enemigos. Los goblins le temen a su nuevo rey, que ha invocado a una antigua bestia de guerra. Entonces, los goblins se unen a Los Tres Caballeros para luchar contra la bestia, quien no recibirá órdenes del hechicero.