Ray, Claire y su hija de siete años de edad, Zoe, son una familia estadounidense común en Kingsville, Carolina del Norte, excepto que han existido en un fortín subterráneo, escapándose un día de devastación que cambió todo. Por 301 días, han transformado su prisión de cemento en un hogar, aferándose a los recuerdos del pasado y a la esperanza de una vida normal algún día. Y por 301 días, la familia ha eludido lo que se cierne sobre la superficie, la respiración pesada y los pasos resonantes que marcan la noche, amenazando su existencia frágil. Todo este tiempo, la familia ha logrado mantenerse oculta, hasta ahora. Ahora su refugio seguro ha sido traspasado... y algo viene por ellos.