Cuando el asesino en serie Thomas Wilder (Louis Cancelmi) deja un mensaje en su última víctima burlándose de Danny, este mortal juego del gato y el ratón se vuelve personal para Danny.
Cuando se descubre un posible fraude en las elecciones para fiscal de estado, Eli y Alicia toman medidas para evitar un recuento de votos con la ayuda de un respetado abogado de derechos civiles, Spencer Randolph (Ron Rifkin).