Gran Hotel

Julio Olmedo quiere visitar a su hermana Cristina, que trabaja como camarera en el Grand Hotel de Cantaloa. Cuando llega, Cristina ha desaparecido. Según Andrés, un camarero, robó a un huésped y fue despedida. Julio sospecha que se trata de una conspiración. Aprovecha la oportunidad y se hace pasar por el recién contratado camarero Julio Espinosa. Mientras tanto, se prepara una gran fiesta en el Grand Hotel. Doña Teresa quiere anunciar el compromiso de su hija Alicia con Diego, al que también nombra director del hotel. Alicia se horroriza, ya que en realidad había planeado estudiar y hacerse cargo ella misma de la dirección del hotel. Su madre le explica que Diego tiene a la familia en la palma de su mano debido a los fracasos de su difunto marido Carlos. Sin embargo, si Alicia es astuta al respecto, puede usar a su marido a su favor. Alicia acepta el compromiso, pero en el anuncio oficial no es para nada una novia radiante. Ni siquiera su hermana Sofía, embarazada, y su cuñado Alfredo, el marqués de Vergara, consiguen levantarle el ánimo, por no hablar de su hermano Javier, la oveja negra de la familia, que amenaza con arruinar la fiesta con su aparición. Julio cambia su uniforme de camarero por un esmoquin y se mezcla con los invitados. Entabla conversación con Ludivina, una anciana que, tras vivir muchos años en Inglaterra, es llamada por todos "Lady". Se dice que Cristina le robó una joya, pero Lady no sabe nada al respecto. Alicia tampoco recuerda a una empleada que fuera despedida por robo. En la terraza, Julio y Alicia se reencuentran. Entre los dos florece un tierno afecto. Diego, el novio de Alicia, le ofrece dirigir el hotel juntos. Los dos se separan amistosamente, pero Diego tiene un encuentro más. En su habitación lo espera la criada Belén.

Julio sospecha que el recién nombrado director del hotel, Diego, ha jugado un papel clave en la desaparición de su hermana, Cristina. Cuando lo sigue hasta el pueblo de Cantaloa, rescata a Javier de una banda de matones, convirtiendo a la oveja negra de la familia Alarcón en su aliado. Una vez más, Julio revisa la antigua habitación de su hermana y encuentra fotos y una llave escondidas. Mientras busca la cerradura correcta, Julio se cruza con Alicia, que ya se ha dado cuenta de que Julio no es un invitado. En secreto, Alicia se siente atraída por Julio, por lo que cede a su petición de poder seguir buscando las razones de la desaparición de Cristina. Mientras tanto, Diego no solo sabe que Julio ha encontrado las fotos, sino que recibe un paquete con un contenido espantoso: el uniforme de Cristina, manchado de sangre. En su frenético intento de quemar las pruebas en la cocina, es interrumpido de repente. Tras una discusión con su suegra, doña Teresa, Alfredo quiere abandonar el Grand Hotel. Desesperada, su esposa Sofía trata de impedírselo, mientras cae por las escaleras. Cuando Julio descubre la ropa de su hermana, Alicia lo lleva al estanque de donde proceden las manchas de algas de su delantal. Allí, Julio encuentra otra pista: el botón roto de un uniforme de hotel. Mientras la familia Alarcón teme por la vida de Sofía y su hijo no nacido tras el accidente, Belén le confiesa su embarazo a su amante, Diego. Sin inmutarse, Diego le da dinero para que aborte y organiza su liberación. El camarero, Andrés, no quiere permitirlo. Le confiesa su paternidad a su madre, la primera dama de la casa, Ángela. El médico, Santamaría, le salva la vida a Sofía, pero nunca podrá tener un hijo. Como el marido de Sofía necesita un heredero, doña Teresa urde un complot: Sofía seguirá fingiendo que está embarazada. Santamaría también apoyará la mentira. Debido a sus amoríos, doña Teresa lo tiene en la palma de su mano.

Buscando la cerradura adecuada para la llave que encontraron entre las cosas de Pascual, Alicia y Julio ubican la casa donde el padre de Pascual vivió hasta su muerte. Cuando Julio encuentra las cosas de su hermana Cristina, es golpeado por la espalda y queda inconsciente. La investigación del inspector Ayala lo lleva también a la casa donde encuentra a Julio. Cuando hace que lo examinen, descubre un tatuaje en el antebrazo de Julio que indica que estuvo en la cárcel. Julio admite haber cumplido condena por robo. Entre las pertenencias de Cristina, Julio encuentra unas notas que lo llevan hasta Sebastián, el propietario de la taberna local. Sebastián le explica que Cristina ha estado robando cosas del hotel para él con el fin de convertirlas en dinero. Ángela intenta separar a su hijo Andrés y a Belén, y se queja con Diego sobre la criada. Él sabe que Belén lo tiene en la palma de la mano y la convierte en la ayudante de Ángela. Se desata una guerra entre las dos mujeres, en la que Ángela parece correr con ventaja. Luego de que Javier seduce a Eugenia, la hija del invitado, el general Herrera, doña Teresa y el general acuerdan el compromiso de los jóvenes. En esta ocasión, Diego anuncia que quiere potenciar el número de reservas a través de fiestas de caza, una idea que le roba a Alfredo. Sofía y Alfredo luchan en vano por el reconocimiento de su logro. Cuando la hermana de Eugenia, Mercedes, llega al Grand Hotel, Javier queda enamorado de la confiada joven. Al igual que a su hermana, Javier seduce a Mercedes, pero Eugenia la sorprende durante su encuentro y la amenaza con un arma. Mientras tanto, Ayala recibe un telegrama que revela la verdadera identidad de Julio como hermano de la desaparecida Cristina Olmedo.

El dueño del hotel, Bernardo, solía ser el mayor competidor del difunto marido de doña Teresa, Carlos, y ahora afirma que este lo engañó con el Grand Hotel. Doña Teresa frustra los planes de don Bernardo de robar a Belén. A la embarazada no se le permite salir del Grand Hotel hasta que le haya entregado a doña Teresa el hijo que le prometió. Cuando se acerca la luna llena, Alicia cree que la persigue un hombre con un cuchillo en el hotel, pero Diego promete vigilar fuera de su habitación. Mientras tanto, Julio sigue al borracho Javier hasta el pueblo, mientras que el asesino en serie apuñala a otra joven. Utilizando métodos de chantaje, Eugenia intenta volver a unirse a Javier. Sin embargo, él se niega y la acusa de haber empujado a su propia hermana por la ventana. Para escapar de la deshonra, se quita la vida, no sin hacer graves acusaciones contra Javier en su nota de suicidio. Para restaurar su honor, el general Herrera reta a Javier a un duelo. Tras escapar por poco del asesino, Alicia quiere declarar ante la policía. Mientras espera al comisario Ayala, descubre en su mesa una orden de arresto contra Julio, que es buscado por asesinato. Se lo comunica a Julio, que quiere desaparecer del hotel. Mientras Belén, con fingido arrepentimiento, vuelve con Andrés, que la recibe con los brazos abiertos, Julio se esconde de Ayala, que lo busca en el hotel. Aunque esto lo pone en una situación difícil, se niega a abandonar la búsqueda del asesino de su hermana. Mientras tanto, Sofía encuentra la letra de cambio por 50 000 pesetas que Belén debe recibir de doña Teresa a cambio de su hijo. Indignada, rechaza la idea de criar al hijo bastardo de Diego como futuro marqués de Vergara. Doña Teresa se enfurece ante la estupidez de Diego.

Sin querer criar al hijo de Diego y Belén, Sofía lleva a Catalina, que está embarazada, al hotel. En cuanto nace el hijo de Catalina, Sofía quiere criarlo como propio. Doña Teresa reacciona indignada, pero Sofía se mantiene firme en su decisión. Doña Teresa incumple su acuerdo con Belén y le da unas hierbas que supuestamente provocan un aborto. Pero Belén ha escuchado la conversación entre doña Teresa y Sofía, y quiere inculpar a su rival, Catalina. Ángela, sin embargo, sospecha y mezcla las tazas, de modo que Belén se bebe el veneno ella misma. Con su cuñado Alfredo como segundo, Javier tiene un duelo contra el general Herrera. En el último segundo, el comisario Ayala interviene, poniendo fin al arcaico ritual ilegal. Javier había informado al comisario y así se retira del asunto, sin saber que ahora Alfredo debe ocupar su lugar. Julio descubre un colgante en el cuello de una joven que había visto en la casa del padre de Pascual. Junto con Alicia, descubre que Diego le había regalado esa joya a Cristina antes de que cayera en manos de la joven. Alicia descubre que Diego había abandonado temporalmente la Fiesta de las Luces cuando Cristina desapareció, dándole una pista a Julio Ayala. Diego es detenido temporalmente. Sofía tiene una charla seria con Javier para que se presente contra el general Herrera. Sin embargo, ha preparado tan mal el arma de Herrera, que este se da cuenta de su intento de engaño. Antes de que la situación se agrave, a Herrera le llega la noticia de que su hija Mercedes se ha despertado tras un reciente desmayo. Diego sabe cuándo tiene que declarar el testigo, por lo que le ordena a su compinche, Garrido, que lo mate. Garrido le está apuntando a Julio con su arma cuando lo derriban por la espalda. Es su hermana Cristina, a la que se creía muerta.

Cristina lleva a Julio a la casa de Pascual, donde se había escondido por última vez. Le cuenta a su hermano sobre una carta que cayó en sus manos. Esta carta contiene un secreto que pondría patas arriba la propiedad del Grand Hotel. Encargado por doña Teresa de conseguir la carta, Diego empuja a Cristina al estanque del que Pascual la rescata. Los dos chantajean a Diego, que luego le dispara a Pascual. El deseo de venganza de Cristina es tan profundo que se niega a exonerar a Diego, acusado injustamente de asesinato. Alicia no cree las acusaciones de Cristina. Le da un día a Julio para demostrar la veracidad de las acusaciones. En nombre de Diego, Garrido rastrea a Julio como el que iba a testificar contra Diego, pero Alicia le proporciona una coartada a Julio. Sin embargo, sus horas con Julio están contadas. Él no ha encontrado la carta en el escondite que mencionó Cristina. Ahora quiere abandonar el Grand Hotel y construir una nueva vida con su hermana. Tras beber de su propio veneno, Belén sufre náuseas. Acusa a la madre de Andrés, Ángela, de haberla envenenado. Catalina se da cuenta del juego de Belén e intenta conquistar a Andrés, mientras que Belén tiene que quedarse en la cama. Tras la detención de Diego, doña Teresa le comunica el compromiso de Alicia con él y nombra a Alfredo como gerente del hotel. Sin embargo, Javier obliga a su madre a reflexionar sobre su decisión. Alfredo tiene que conformarse con el puesto de ayudante de Javier. Cuando este comete su primer error, su madre le advierte que no le ofrezca a su adversario, Alfredo, ningún margen de ataque. Cristina ingresa al Grand Hotel para buscar la carta desaparecida ella misma. Al hacerlo, se arriesga a ser vista por sus antiguos colegas. Tras ser alertada por su personal, doña Teresa se enfrenta a ella.