Juntos y revueltos

Dos amigos se reencuentran después de 25 años, ambos son completamente diferentes pero la vida los lleva a unirse de nuevo. Alexis, un abogado recién divorciado e hipocondríaco. Lucho es dueño de un bar, es un tipo irresponsable y fiestero.

Ale le dice a su psicólogo que no cree que pueda vivir a lado de Lucho pues es un tipo insoportable. Lucho le dice a Ale que le escriba a quien fue su amor platónico. Ale invita a Erika al bar de Lucho, y le confiesa el amor que sentía por ella.

Después de su fracaso, Ale le dice a su psicólogo que Erika le confesó que quien le gustaba era María, su novia y ex esposa. Lucho le pide a Ale que le haga un favor. Lucho ayuda a Ale para tener una cita y descubre por qué Ale fracasa con sus citas.

Ale acude urgentemente con su psicólogo para decirle que todo lo que pasa es por hacerle caso a Lucho. Ale llega inesperadamente a la casa de Lucho para pedirle una tregua. Amanda no confía en el nuevo cantante que Lucho quiere contratar.

Alexis le dice a Lucho que debería tomar terapia. Lucho decide acudir a terapia y se desahoga con el psicólogo respecto a su relación con Alexis. En el bar, Ale se encuentra con su psicólogo. Alexis se encuentra con Mariel y la invita a salir.

Rodolfo, el psicólogo le dice a Alexis que está muy contento por tener a Lucho como paciente. Alexis le dice a Lucho que está harto de sus prejuicios y reconoce que Mariel es buena compañía. Amanda y Lucho resuelven el problema del baño en el bar.