Las cosas que no nos dijimos

Julia, una diseñadora gráfica apasionada por su profesión, se dispone a casarse con Adam cuando se entera del fallecimiento de Michel, su padre, con quien mantenía una relación distante. Al día siguiente del funeral, tres repartidores le entregan la última sorpresa que su padre le ha reservado: un androide que es una copia exacta de él mismo.

Michel y Julia están en Brujas. Entre la muchedumbre, la joven mujer cree reconocer a Christian, el fiel asistente personal de su padre. Julia rememora su gran amor de juventud, Tomás, a quién había conocido en Berlín durante la caída del muro. En ese momento, su idilio había sido bruscamente interrumpido por la intervención de Michel.

Mientras que Julia pensaba que su gran amor había muerto en Afganistán, ella descubre que él está vivo, y que Michel lo sabía perfectamente. No sólo él le ocultó esta información, sino que tampoco le entregó una carta de Tomás recibida en 1991, en dónde el joven hombre le decía a Julia que la esperaría en el aeropuerto el último día de cada mes.

Adam, furioso, está convencido de que Julia está en Brujas con un amante. Julia y Michel aprovechan estos días juntos para acercarse como nunca lo habían hecho. Llegados a Berlín, se lanzan a la búsqueda de Tomás.

Mientras que Julia lo busca en Berlín, Tomás se encuentra en Madrid. Él todavía es periodista y trabaja con su amigo Jürgen Knapp para un periódico de Berlín. Tomás se dispone a viajar a África y dejar a su novia Mariana por un tiempo. Julia intenta contactar a Knapp.

Julia logra encontrar a Knapp en una gala. Acorralado, le miente pretendiendo que Tomás tiene un restaurant en Madrid con su esposa. Contrariada, Julia se dispone a dejar Berlín. Entre tanto, Tomás persuade a Mariana de seguirlo hasta Berlín.