T1, E6: Un hombre muere a causa de una paliza en Melbourne Beach (Florida). La policía hace un retrato robot del sospechoso y éste lleva a los agentes hasta William Dillon, un fanático de la playa, que pronto se ve condenado por todos, desde su novia hasta un conocido adiestrador de perros rastreadores. El hombre, acusado injustamente, es encerrado de por vida y su destino depende de una camiseta ensangre
