Robert Caulfield, fiscal del distrito de Los Ángeles, ha cometido un error. Llevaba tiempo ocultando la identidad de Carol Hunnicut, testigo clave en un caso de asesinato. Y ese día, visitó su escondite, una cabaña aislada en Canadá, sin tomar ninguna precaución. Pero le siguieron. Robert y Carol tienen que huir. Se esconden en un tren y se dirigen a Vancouver. Pero la mafia les persigue. Los asesinos están a bordo. Durante veinte horas, la pareja vive una pesadilla. La locomotora viaja a gran velocidad. Las vías serpentean por el corazón de las Rocosas canadienses. No hay más salida que el siguiente vagón, el siguiente compartimento. ¿Cómo escapar de unos sicarios experimentados?
