Jack Cunningham (Ben Affleck) tenía un futuro muy prometedor por delante. En sus años de instituto era un fenómeno del baloncesto que podría optar a una beca universitaria completa, pero, por motivos desconocidos, dio la espalda al deporte y echó a perder su futuro. Años después, Jack está atrapado en un trabajo anodino y su alcoholismo le ha costado su matrimonio y cualquier esperanza de una vida mejor. Cuando le piden que entrene al equipo de baloncesto de su instituto, cuyos días de gloria han quedado muy atrás, acepta a regañadientes, sorprendiéndose incluso a sí mismo. A medida que el equipo empieza a cohesionarse y a ganar partidos, Jack cree haber encontrado una razón para enfrentarse a sus demonios, pero... ¿será suficiente para llenar su vacío, sanar las profundas heridas de su pasado y emprender el camino hacia la redención?