Reese protege a un adolescente empeñado en vengar el asesinato de su hermano.
Cuando está pasando página tras su etapa en la Casa Blanca, Olivia recibe una visita inesperada: la abogada defensora Annalise Keating, quien le pide ayuda para llevar hasta el Tribunal Supremo de Estados Unidos una demanda colectiva para reformar el sistema judicial.