Un marshal que lucha por equilibrar el trabajo con su exmujer y su anciano padre se encuentra con un viejo amigo que ahora está al otro lado de la ley en Kentucky.
Un incendio desvela pruebas sobre un posible pirómano en serie que anda suelto desde hace más de una década y exige la atención de la policía de Chicago y de la unidad de víctimas especiales.
Morland se ofrece a actuar como uno de los asesores “irregulares” de su hijo para poder prestar a Sherlock y Joan sus considerables recursos y ayudarles a resolver un caso.