Cuando la boda de Sarah y Luc se acerca, los planes se van al traste y los Walker aprenden unas cuantas lecciones sorprendentes sobre el verdadero significado de ser una familia.
Tras plantarle cara a Brody sobre su paternidad, Sarah decide que no lo quiere en su vida ni en la de Nora, pero Nora no puede dejarlo marchar. Olivia lo pasa mal con la llegada del pequeño Daniel a la familia.