Solo la danza, un año en el Conservatorio de París

Tienen 18 años y están iniciando su último año de formación en el prestigioso Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París. No solo hay que obtener un certificado, además hay que conseguir un contrato en una compañía. Las audiciones se suceden, la presión aumenta y no hay margen de error. Un año trampolín hacia el selecto mundo de la danza.

El año comienza con una presentación pública, y los alumnos vuelven a sentir la emoción sobre el escenario. Bailarines clásicos y contemporáneos abordan una coreografía de Trisha Brown, cuyo estilo les obliga a salir de la zona de confort. Los ensayos son intensos y tienen miedo escénico, pero la adrenalina se apodera de ellos y les brinda un momento inolvidable.

Durante el segundo trimestre, los futuros bailarines tienen que crear y presentar sus propias coreografías. Los alumnos tienen carta blanca para mostrar su creatividad y su capacidad de interpretar la actualidad desde un punto de vista artístico. Pero el trabajo duro conlleva lesiones….

Se acercan los exámenes y la presión aumenta. Los alumnos representan un clásico: “El lago de los cisnes”. Su futuro está en juego porque habrá profesionales en la sala.