Paul Connolly pasa un tiempo en la prisión de Piotrkow, Polonia. Este lugar fue construido en 2003 con un diseño pensado para albergar a los criminales y asesinos más peligrosos.

Paul se encuentra en la empobrecida cárcel de la ciudad de Rizal, donde comparte celda con un asesino y un violador. La despiadada pandilla Bahala Na gobierna otra prisión con control casi militar.

Paul Connolly tiene acceso a la prisión de máxima seguridad de El Hongo, México, de donde nadie ha escapado nunca.

Paul Connolly pasa una semana viviendo dentro de la prisión Danli, en Honduras, donde los internos están a cargo.

El periodista de investigación Raphael Rowe pasa unos días, como guardia y prisionero, dentro de la Penitenciaría de Porto Velho, donde se encuentran pandilleros de Brasil.

La prisión de Zhytomyr, en Ucrania, es coordinada por un equipo que permite a los prisioneros moverse libremente por los terrenos.