Abel Guérin, un biatleta con un brillante futuro por delante, es encontrado muerto en el campo de entrenamiento con un disparo en la cabeza.
Los investigadores identifican a otra víctima de acoso sexual dentro del equipo francés de biatlón. Jean Faure, el entrenador, resulta ser un formidable depredador sexual, y Abel, que acababa de descubrirlo todo, se enfrentó a él el mismo día de su asesinato. Awa y Salvi presionan a Jean para que confiese el crimen.
La rivalidad entre los dos hermanos Guérin se hace evidente para los investigadores, sobre todo cuando descubren que Manon, la prometida perfecta de Abel, tenía una relación clandestina con Benoit. Las sospechas hacia este último se disparan cuando Jean, el sospechoso número uno, aparece muerto en la cámara frigorífica de la armería.
El descubrimiento de la homosexualidad de Abel da un giro de 180 grados a la investigación. Emmanuel era su amante, pero Abel también tenía una relación con el periodista Frédérik Mayor, que estaba bastante celoso. Cuando encuentran el arma del crimen en su casa, el periodista es detenido. El caso parece cerrado, pero algo inquieta a Awa...