El Último hombre en la Tierra

Es el año 2020 y, tras un virus mortal que arrasa el planeta, solo queda un hombre en la Tierra: Phil Miller (Will Forte). Solía ser un hombre corriente que amaba a su familia y odiaba su trabajo. Ahora, en su autocaravana, Phil busca otros supervivientes por el país. Ha viajado a cada ciudad, cada pueblo y cada puesto remoto de Estados Unidos, México y Canadá, pero no ha encontrado a nadie. De vuelta a su pueblo natal de Tucson, Phil llega a la dolorosa conclusión de que, casi con toda certeza, es el único ser vivo que queda en la faz de la Tierra. Lo único que quiere es que alguien, quien sea, lo encuentre en Tucson... a ser posible, una mujer.

Phil comienza a darse cuenta de que, a pesar de sus plegarias para encontrar a cualquier otra persona viva –específicamente una mujer–, Carol no para de criticar y es aburrida. El principio, él consiente su idiosincrasia de seguir las normas, pero pronto comienza a cansarse de su presencia. Los problemas de Phil empeoran cuando Carol se muda a la casa de al lado y menciona el tema de que es su responsabilidad repoblar el planeta... una idea que no complace a ninguno de ellos. A pesar de sus diferencias, Phil y Carol comienzan a encontrar cierto nivel de armonía juntos, pero la tregua dura poco cuando Carol tiene una nueva petición para Phil.

A pesar de que sigue pensando (o espera desesperado) que quizá aún aparezca alguien mejor, Phil se compromete con Carol. Mientras ella trata de preparar todo para el gran día, él disfruta de una despedida de soltero improvisada que incluye decirle adiós a su novia maniquí... aunque, a pesar de ser un maniquí, le atrae más que Carol. Más tarde, en la capilla, las cosas no salen como esperan, y Phil debe decidir si vivir con Carol y sus incordios o quedarse solo.

Phil se sorprende ante la aparición súbita de Melissa, otra superviviente hermosa, graciosa y amable, y pronto resulta evidente que se arrepiente de casarse con Carol. Mientras Melissa se instala en el pueblo, Phil flirtea de forma descarada y le presta más atención que a su mujer. Carol y Melissa comienzan a entablar una amistad debido a su situación común, pero Phil trata de encontrar tiempo a solas con Melissa. Cuando Melissa confiesa que se siente sola y cachonda, Phil sabe exactamente lo que debe hacer.

Después de que Melissa, borracha, confiese que se siente sola y cachonda, Phil, también cachondo al punto de la desesperación, comienza a pensar en motivos para convencer a Melissa de que hagan el amor... y convencer a Carol de que lo permita. Argumenta que, si no hace el amor con Melissa, los hijos que tenga con Carol tendrán que hacerlo entre ellos, y a Melissa le parece bien la idea de repoblar la Tierra. En el proceso, lo que consigue es convencer a ambas mujeres de que es un petardo (totalmente cierto)... pero también aceptan a regañadientes que Phil tiene razón.

Phil se siente frustrado y celoso ante la llegada de Todd, que es genial, tímido y muy majo, aunque con sobrepeso. Por su parte, Melissa y Carol están encantadas... sobre todo Melissa, ahora que no tendrá que acostarse con Phil, ya que hay alguien más con quien repoblar el planeta. Resulta que Melissa y Todd tienen mucho en común, y Carol planea actividades para arrimarlos, aunque ya flirtean bastante de por sí. Por su parte, Phil intenta sin suerte poner fin a su romance en ciernes. Cuando todas sus tretas desesperadas fracasan, Phil tendrá que probar una táctica nueva: la sinceridad.