Los abogados de Steven interrogan a expertos forenses sobre la evidencia contaminada y la falta de pruebas que vinculen a Steven con el crimen.

Mientras el juicio por asesinato continúa, los abogados de Steven presentan su caso: que los policías plantaron pruebas para incriminarlo.

Después de dos días de alegatos finales, llegan las deliberaciones. El destino de Steven depende de que el jurado crea que la policía actuó de mala fe.

El juicio de Steven terminó, pero uno nuevo acaba de comenzar. ¿El jurado encontrará la confesión del sospechoso o sus declaraciones contradictorias serán más creíbles?

En los años posteriores a los juicios públicos de Steven y Brendan, la familia Avery lucha por sacar adelante sus vidas.

La abogada Kathleen Zellner ofrece tomar el caso de Steven; los abogados de Brendan luchan en una corte federal para tratar de liberarlo.

La estrategia de los abogados de Brendan se basa en intentar anular su sentencia en vistas de que la prueba determinante de su culpabilidad es una confesión forzada.

Los expertos forenses de Kathleen revisan la evidencia encontrada en el pozo de Steven; un estatuto de 1996 limita las posibilidades de éxito de Brendan en una corte federal.

Con cautela, Brendan y su familia esperan noticias importantes sobre su caso; Kathleen presenta una moción para nuevas pruebas científicas.

En busca de evidencia, Kathleen visita el trailer de Steven; un nuevo giro en el caso de Brendan conduce a su familia por una montaña rusa emocional.

Kathleen obtiene acceso a algunas de las pruebas físicas originales del caso; el exfiscal ofrece una conferencia de prensa.