Lars de Draca, heredero del clan de vampiros Draca, escucha a hurtadillas a los Noaidi predecir el futuro de todos los vampiros: si los clanes no se unen, se extinguirán. El padre de Lars, el barón Magnus, envía un mensaje a los cinco clanes que quedan para unir fuerzas. El mensaje también llega a Hamburgo, donde Alisa, heredera del clan Vamalia, tiene problemas con algo que le sucede: tiene un corazón humano, y ahora sus manos se iluminan. Al mismo tiempo, Drácula despierta. ¿Estará todo relacionado? Tras ver a un petirrojo volando, Alisa decide salir de casa por primera vez, ¿qué puede pasar? Tammo tiene miedo por ella, pero descubre cuán diferente es su hermana cuando siente su corazón humano. En el Elisabetha, una nave mística, los otros clanes de vampiros llegan a un acuerdo y unen su sangre para que los herederos puedan comenzar una nueva era para los vampiros puros.

Todos los clanes de vampiros deciden partir en el Elisabetha hacia Hamburgo para ir a buscar el clan que aún no ha respondido. Y llegan a tiempo, ya que los Vamalia están siendo cazados por los Redmask. Alisa se esconde en un tejado, donde conoce a Nicu, un chico humano. A ella le cae bien, pero Hindrik, el vampiro de las sombras de su familia, acude a rescatarla. Luego, se une a su abuela y a su hermano en las calles de Hamburgo y van a buscar el barco. Con todos los clanes a bordo, la nave parte hacia Italia. Nicu descubre que su madre es la líder de los Redmask cuando se entera de que esta quiere seguir al Elisabetha, y se sorprende mucho, ya que no cree en los vampiros. Alisa descubre que está conectada con Drácula por la chispa de su mano, que hace que tenga visiones. Cuando quiere hablarlo con Hindrik, este le dice que lo mantenga en secreto. Drácula pone en marcha un plan, pero antes necesita hacerse fuerte y crea un vampiro de las sombras para que lo ayude en su misión. También envía a Tonka para recuperar sus rubíes. Tonka es una princesa vampiro del clan Upiry que ha estado encerrada tanto tiempo como Drácula. En Italia, los herederos por fin descubren qué han ido a hacer allí: el conde Claudio y su esposa guerrera, la condesa Viola, les enseñarán a usar sus poderes especiales en la escuela de vampiros.

Los ancianos se despiden y los herederos quedan al cuidado del clan Nosferas. Sus vampiros de las sombras se quedan con ellos para protegerlos. Joanne enseguida hace buenas migas con Tammo. Malcolm, el heredero más adulto de la nave, se hace amigo de Lars. Ninguno de los dos tiene ganas de ir a clase y el primer día deciden salir a dar una vuelta. La lección que se pierden es la clase de desconsagración de Luciano, el Nosferas. Una lección que Lars y Malcolm desearían haber aprendido cuando su aventura los lleva a un convento. Tonka consigue robar uno de los tres rubís del poderoso barón Magnus, y su clan pierde todo su poder Vikla. El conde y la condesa reciben la noticia y deciden mantenerla en secreto, pero a sabiendas de que deben proteger a los herederos. Lars descubre que Alisa esconde algo cuando vuelve a leerle la mente. Alisa tiene un sueño, pero los vampiros no sueñan. Drácula visita una posada donde conoce a la gente del pueblo, pero también a Alisa, que se le aparece por su conexión con la chispa.

Drácula convierte al posadero en su vampiro de las sombras, un vampiro que está obligado a obedecer a su amo. Pero Drácula no está solo, la chispa le permite a Alisa ver lo mismo que él. Drácula ahora quiere que Tonka, además de robar los rubíes, espíe a Alisa. Tonka usa el rubí Lycana para transformarse en animales, como un murciélago o una rata, y poder acercarse a ella. Alisa tiene dificultades en la escuela porque las chicas del clan Draca no paran de hacerle bromas como represalia por chivarse de su sobrino Lars. Lars lee la mente de Alisa y ve llorar a su madre, pero los vampiros no pueden llorar. Lars se siente intrigado por Alisa, pero nunca admitirá que siente algo por ella. Hindrik, por otro lado, se está enamorando de Raphaela, una sombra, y Alisa los descubre. Ella le pide que lo mantenga en secreto, ya que a los vampiros de las sombras no se les permite amar. Hindrik quiere un amor como el que tenían los padres de Alisa y también aconseja a Alisa que mantenga la chispa en secreto para que no la discriminen. Pero Alisa no puede permitir que las chicas Draca se salgan con la suya y les devuelve la jugada. Para su sorpresa, a Lars le gusta la broma. ¿Por qué se comporta diferente que en clase? Antes de poder descubrirlo, una chica extraña y un lobo se cuelan a bordo del barco.

Nicu y su madre llegan a Italia. Nicu todavía no ha perdonado a Calvina por mentirle sobre los Redmask y decide salir solo para buscar algo que leer. Drácula recupera otro rubí, el Tova, lo que le permite moverse por debajo del agua. En el barco, los recién llegados resultan ser Ivy y Seymour, vampiros del clan Lycana, que se creía extinto. Seymour está atrapado en su forma de lobo, así que vive con los demás animales en la bodega, pero a Ivy se le permite ir las clases. Alisa le pide que se siente junto a ella, y las dos comparten la sensación de sentirse forasteras. Pero Alisa no está lista para compartir sus secretos cuando Ivy le pregunta por un nudo que ha dibujado. Tampoco Ivy quiere compartir nada. A Ivy le cae bien Alisa, pero resulta que Ivy y Seymour han subido al barco para recuperar el rubí Lycana que Tonka tiene en su poder y está utilizando. Alisa quiere descubrir más cosas sobre Drácula y el nudo y visita la biblioteca del pueblo. Justo cuando encuentra un libro sobre Drácula, se topa con Nicu. Ambos lo pasan muy bien juntos, pero Lars lo presencia todo y, descontento, vuelve al barco. Allí, Ivy espera a Alisa, pero Lars le dice que Alisa no tiene tiempo para ella. En el restaurante, Tonka, que ha mordido a una camarera para usar su uniforme, le roba el libro sobre Drácula a Alisa. En medio de los gritos y la conmoción, Alisa y Nicu intentan escapar.

Alisa y Nicu se encuentran en una celda en comisaría. En el Elisabetha, informan al conde Claudio sobre la camarera que han mordido en el pueblo, algo que hace tiempo que los vampiros no hacen. La condesa Viola sale para buscar al vampiro responsable mientras el conde comprueba que los herederos están en el barco y no han bebido sangre humana, ya que beber sangre humana antes de los 18 años puede tener efectos desastrosos. El escándalo en la nave hace que Ivy se preocupe por Alisa y le pide ayuda a Lars, que accede, pero a cambio de algo. Alisa tiene una visión de un posible futuro que la afecta y la hace llorar, y decide abandonar a Nicu, que no sabe lo que pasa. Lars se sacrifica para que Alisa suba al barco sin ser vista. Alisa agradecida, le cuenta a Ivy su encuentro con un extraño vampiro en el pueblo. Ivy sabe de quién se trata y Alisa le pide que lo mantenga en secreto. Antes de prometérselo, Hindrik se lleva a Alisa y le pide que nunca vuelva a bajar del barco. Tras hablar con Hindrik, Alisa se dirige a hablar con Ivy y Lars y los ve besándose, cosa que le duele.