La descolonización francesa: sangre y lágrimas

A principios de los años treinta, el imperio colonial francés se halla en su cénit. Sin embargo, este periodo plácido es solo una fachada. Desde las Antillas francesas hasta Indochina, desde el Magreb hasta Madagascar, muchos pueblos exigen reformas ante la desigualdad creciente y los numerosos abusos de un sistema colonial lleno de contradicciones.

La agitación ha comenzado. Mientras el conflicto argelino se transforma en guerra, el caos se extiende al resto del norte de África. Incapaz de luchar en todos los frentes, Francia se ve obligada a reconocer la independencia de Marruecos y de Túnez en el verano de 1956, aunque aún alberga esperanzas de conservar Argelia. En 1962, el país africano consigue finalmente separarse.