La familia Bamber, a excepción de su hijo Jeremy, aparece muerta en White House Farm. Pero el caso podría no ser tan concluyente como se había pensado en un principio.

El detective Stan Jones y su segundo, Mick Clark, hablan con Jeremy y los parientes de la familia asesinada, pero su visión de lo que realmente ocurrió aquella noche en White House Farm sigue sin ser concluyente.

Tras un descubrimiento fundamental en White House Farm por parte de la familia, Stan y Mick se sienten más cerca de apuntalar sus propias sospechas sobre Jeremy. La llegada de un amigo, Brett de Nueva Zelanda, aumenta la tensión entre Jeremy y su novia Julie. Además, Ann está cada vez más alarmada y desconfiada del comportamiento de su primo Jeremy y de su gestión de la finca familiar. Finalmente,

Sin las respuestas necesarias y con aún más incógnitas surgiendo de White House Farm, los esfuerzos de Stan siguen siendo infructuosos. Con los funerales a la vuelta de la esquina, aparece un testigo clave que podría resolver el caso de una vez por todas.

A pesar de que las declaraciones de un testigo crucial rellenan algunos huecos y responden a varias de las preguntas de Stan y Mick, surgen aún más complicaciones. Aparte de esto, Stan y Mick consiguen hacer las primeras detenciones del caso. A medida que los interrogatorios continúan, se hace evidente para Stan, Mick y ahora Taff, que el nuevo testimonio puede no estar motivado por una mala conci

Al mismo tiempo que el caso se precipita hacia su conclusión, comienza un juicio muy mediatizado y polarizado en el que se llama a declarar a los implicados en el caso. Stan, Mick, Jeremy, Julie, Ann, David y Colin aguantan la respiración y los nervios mientras los relatos entran en conflicto y los apasionados testimonios se exponen ante el tribunal. Con una sala abarrotada de público y periodista