A Piper no le queda más remedio que despedirse de su prometido para cumplir condena. Una vez dentro de prisión, rápidamente comienza a hacer enemigas rápidamente.

Piper es incapaz de disculparse genuinamente después de menospreciar la comida e insultar a la cocinera de la prisión. Pronto, conoce las consecuencias de sus actos.

Piper se convierte en el objeto de deseo de una reclusa llamada Ojos Locos, pero descubre que siendo sutil no puede disuadir a su pretendiente.

Piper conoce a su nueva compañera de celda. Las reclusas preparan una fiesta de despedida. Además, una herramienta perdida genera problemas.

Un rumor recorre la prisión cuando Piper descubre una gallina deambulando libre en el patio. Mientras tanto, el romance entre Daya y Bennett levanta sospechas.

Los jefes de prisión investigan la foto de unos genitales filtrada desde la cárcel, mientras las reclusas se revolucionan antes de la votación de representantes para el consejo asesor de Healy.