Hacia el año 1800 un fantasma recorre Europa. Es el romanticismo, un espíritu de libertad que es una rebelión contra la tiranía de la razón. La música de Beethoven o Tchaikovsky, la pintura de Goya o la literatura de Goethe nos permiten seguir las huellas que este movimiento cultural ha dejado en nuestros días y entre nosotros.