Sam Meffire: caída de un símbolo sajón

Tras el nacimiento de su hijo, un grupo de neonazis persigue a Sam y le dan una paliza en su ciudad natal. Decide tomar cartas en el asunto e intenta unirse a la policía de Alemania Oriental. Su novia, Antje, que está comprometida con las protestas contra el régimen comunista, no entiende por qué quiere unirse al enemigo. El comandante Schreier comparte la visión de Sam de un mundo con igualdad de oportunidades, donde se juzga a la gente por sus capacidades, no por su apariencia.

La decisión de Sam de unirse a la policía de Alemania Oriental provoca cada vez más tensión en la familia. En el cuartel, el amigo de Sam, Raiko, le promete protección si la derecha toma el control. Su compañero, Henry, busca un modo de liberarse de su autoritaria familia. Sam debe elegir entre su familia y seguir en la policía, y todo se decide la noche de la caída del Muro. Mientras la policía debe evitar que los ciudadanos de Alemania Oriental abandonen el territorio, Antje participa en las protestas contra el régimen. El nuevo trabajo de Sam como policía es una oportunidad para desvelar el misterio de su padre: un estudiante de Camerún que murió en extrañas circunstancias. Cuando finalmente cae el Muro, todos se quedan mirando hacia el abismo.

La tienda donde Sam trabaja se convierte en el escenario de una violenta paliza por parte de un grupo de skinheads. En el último momento, Alex y sus compañeros afroalemanes salvan a Sam. Por primera vez en su vida, Sam se encuentra con un grupo de iguales. Le dan la bienvenida al grupo y lo aceptan. Trabajan como porteros en una discoteca donde jóvenes de Dresde celebran su nueva libertad. Cuando Sam conoce a Yvonne en la discoteca, saltan chispas. Ella y sus amigas, Jenny y Sabine, lideran su propia lucha contra el enemigo. Cuando atacan al grupo, Sam se da cuenta de que no está donde debe estar si quiere cambiar el país.

Sam vuelve a la policía, aunque el caos por la reunificación sigue presente. No solo se enfrenta a las trabas burocráticas, sino también al racismo del propio sistema. Sam quiere investigar un extraño caso de asesinato, pero cuando sus superiores se lo niegan, decide investigarlo por su cuenta y descubre que la víctima es afroalemana. Gracias a Yvonne, Sam protagoniza una campaña publicitaria por la diversidad. Esto llama la atención del ministro del Interior de Sajonia, Heinz Eggert, que ayuda a Sam a unirse a una nueva unidad encargada de luchar contra la violencia de la extrema derecha. Sam participa en programas de televisión con Eggert y se convierte en una estrella mediática, y recibe el premio a la mejor campaña publicitaria de 1991.

Sam acude a Hoyerswerda, donde los nazis siembran el caos incendiando un bloque de pisos donde viven inmigrantes mientras la gente lo aplaude. Sam no da abasto e intenta encontrar el equilibrio entre su amistad con Alex y el equipo, su relación con Yvonne, su responsabilidad como padre, su deseo de resolver el misterio de la muerte de su padre y sus deberes como agente del Soko Rex. Jenny, Sabine e Yvonne deciden luchar contra el racismo en Dresde de un modo distinto y organizan una protesta contra la extrema derecha, pero se llevan una decepción. La amistad entre Alex y Sam llega a un punto crítico. Sam decide dar caza a un líder neonazi a su manera. Crea una empresa privada llamada ALPHA para proteger a los miembros más vulnerables de la sociedad al margen de la política y la ley.

ALPHA no va bien. Los miembros más vulnerables de la sociedad no tienen dinero para pagarles, y Sam y Alex se desesperan. Para que el negocio prospere, Sam hace un pacto con el diablo, el rey de los negocios turbios de Dresde, y entabla una amistad con él. Yvonne descubre algo sobre la misteriosa muerte del padre de Sam, pero se enfada cuando Sam persigue al presunto asesino. La relación de Sam con Alex y el grupo se rompe porque no todos están dispuestos a hacer lo que Schäfer les pide. Sam se pone de parte de Schäfer y todo se complica. Finalmente, alguien acaba muerto. Sam decide abandonar el país.