Colonia Dignidad, la secta más siniestra de Latinoamérica, fue disuelta hace años. En plena crisis del covid-19, excolonos denunciaron que el viejo sistema volvió. En medio de esta controversia, los sobrevivientes narran los oscuros orígenes.
Del mismo modo que no todos los supervivientes han vivido sus historias de la misma manera, no todas las víctimas de la colonia crecieron en la fortaleza que era el enclave. Las víctimas chilenas de la región también tienen una historia que contar, una historia vinculada al poder y a la telaraña política de una época de horror que aún resuena en sus vidas y en la nación chilena.
Al llegar la democracia, la Colonia se ve obligada a protegerse para sobrevivir. Valiéndose de la obra benéfica, transforma en fuerza de choque a la gente de la región frente a las investigaciones del nuevo gobierno.
¿Cómo pudo haber durado tanto tiempo algo así? El intercambio de favores, la diplomacia y el uso de información personal tejieron una red de conexiones que otorgaron a la colonia total impunidad para ocultar sus crímenes, así como el poder de deshacerse de sus enemigos. Sin embargo, el testimonio de un niño abre las puertas del enclave y desencadena un encarnizado enfrentamiento.
La búsqueda de Schäfer continúa. En la colonia, se produce una lucha por el poder. El sistema se desmorona cuando los colonos comienzan a conocer el mundo exterior y aprenden a vivir en libertad. Pero hasta el día de hoy, su camino es agotador y el antiguo territorio de Colonia Dignidad es el centro de disputas que sacuden la vida de todos los supervivientes. ¿Qué queda de este horror?
Rosario Cervio
Dirección
Ana Inés Berard
Guion