Vicky el Vikingo

Atraído por una estrella fugaz que ha caído en un campo helado, Halvar y sus hombres están convencidos de que han encontrado un tesoro fabuloso. Sven el Terrible, que también está navegando por ahí, piensa lo mismo. Pero el cuerpo estelar resulta no ser nada más que piedras feas, calcinadas. Solamente Vickie comprende el valor magnético de los meteoritos.

¡Debido a la niebla, el barco encalla en un arrecife! Cuando piden ayuda, los vikingos solo llaman la atención de Sven y sus hombres, que les roban la carga. Vickie consigue recuperar los objetos haciéndoles ver a los piratas que están bajo una maldición. Para hacerlo usa palitos de bambú (trocados con un comerciante chino durante su última parada) que están llenos de pólvora.

Para espantar al cobrador de impuestos enviado por Eric el Codicioso, Vickie inventa una linterna mágica (de piezas planas de piedras traslúcidas pintadas por Ulme y espejos que reflejan la luz solar). Usa la linterna para proyectar «monstruos» en la entrada de una cueva (donde los aldeanos habían escondido todas sus riquezas), asustando al recaudador de impuestos.

¡Halvar, sus hombres y el barco han sido secuestrados por Sven! Para recuperar el tiempo perdido, Vickie navega con una especie de tabla de windsurf construida con una tabla y unos sacos de yute. Con Snorre y Tjure, consigue recuperar el barco de su padre. Como la vela está rasgada, Vickie tiene la idea de moverlo con enormes dos ruedas de palas construidas con ayuda de Tjure y de Snorre.

Un viejo náufrago es el señuelo y cómplice de un grupo de piratas que usan la tentación de un posible tesoro fabuloso para atraer a los marineros y arrebatarle así sus riquezas con facilidad. Nuestros vikingos caen en la trampa, pero Vickie y Ulme usan su talento como titiriteros para asustar a los forajidos y enviarlos lejos.

Unos fuelles gigantes generan vientos que soplan en todas las direcciones y no permiten el desembarco de nuestros Vikingos en las costas Celtas. Sólo Vicky, gracias a una cometa, conseguirá llegar a la costa. Los nativos creerán que es un mensajero de Kirk, el dios Celta de los vientos. Vicky, aprovechando la situación se ofrecerá a la reina para crear vientos de variables amplitudes y colores.