En el episodio final de la temporada cuatro, Oliver se asocia con una fuerza sorprendente para detener a Damien Darhk y su magia de una vez por todas.
Cuando el entretenimiento por la graduación decae, el Director Figgins le pide a New Directions a actuar en el baile. Mientras tanto, la competencia por el rey y reina toma color. Por otra parte, Jessie St. James regresa.
Benton confronta a Vucelich sobre los datos inexactos de su estudio. El personal de la sala de urgencias cree que Lewis y Greene tienen un romance. El padre de Ross va de visita. Carter se disculpa con Ruby.
El momento que New Directions lleva esperando tanto tiempo ha llegado: los Regionales han llegado. Pero cuando Sue le comunica a Will que va a estar en el jurado, todas las oportunidades de triunfo desaparecen. Entre medio, la vida de Quinn cambia para siempre.
Will propone a los chicos del coro que canten baladas por parejas para preparse para los Regionales. Como falta Matt, se pone con Rachel, sin darse cuenta del problema en el que se ha metido. Quinn y Finn cenan con los padres de ella y no terminarán bien.