Un hombre es asesinado tras haber sido atado y obligado a ver una película. El inspector jefe Javier Falcón de la policía de Sevilla es llamado a investigar. Cuando Falcón encuentra una foto antigua de su padre entre las posesiones del fallecido, hurga en el pasado y en sus propios recuerdos en busca de pistas sobre los crímenes actuales.

Tres meses después, Falcón regresa a trabajar en el aparente suicidio del destacado ejecutivo Raphael Baena. El comisario, sin embargo, pronto lo reasigna a la muerte de un supuesto vagabundo. Falcón descubre una conexión entre los hombres fallecidos, pero un encubrimiento entorpece su investigación y pone en peligro su carrera.

Falcón investiga la muerte de un poderoso ejecutivo sevillano, pero cuando sus superiores intentan apartarlo del caso, sospecha un encubrimiento. ¿A quién intentaba denunciar Raphael Baena y qué tiene que ver su asesinato con la muerte de un periodista chileno?

El detective desafía las órdenes de retirarse de la investigación de dos asesinatos que cree que son parte de una conspiración de la CIA y descubre que la corrupción y el abuso están muy cerca a casa. Falcón se enfrenta a un dilema moral imposible.