Por todo lo alto

En el baño de su habitación, ANABELA MARCANO, una hermosa joven, toma una ducha; mientras, MORANA BASTARDO, una bella y sensual mujer, se deleita bañándose en su jacuzzi, imagen que contrasta con la de DULCE MARÍA HIDALGO, una bonita pero voluptuosa chica, que se baña en con un tobo de agua en la humilde pensión

Anabela y Morana sufren un fuerte impacto cuando Rubén les informa que Humberto está muerto.

Rubén se preocupa cuando Arturo le advierte que, aunque sus intenciones fueron nobles, está metido en un problema muy grave, pues es ilegal violentar una maleta ajena.

Rubén se preocupa al ver que las imágenes donde Humberto pone la droga en la maleta de Anabela ya no existen, la joven Marcano lo tilda de mentiroso, mientras Morana se satisface porque logró limpiar la reputación de su hermano.

Luego de leer el expediente de la DEA sobre Humberto, Anabela asevera ante Rubén que no sólo acaba de matar a Luzardo sino a ella también, la joven le expresa todo su odio a Alegría. Morana, furiosa, espera que Rubén ahora deje descansar tranquilo a Humberto Luzardo.

Chacha sufre cuando Rubén asevera que fue él quien besó a Anabela y no al contrario como ella cree, la joven trata de persuadirlo para que no terminen su noviazgo, pero el joven Alegría se mantiene firme en su decisión.