Pintor pernambuco vinculado a los modernistas, Cícero Dias (1907-2003) se instaló en París a partir de 1937, huyendo de la persecución política del Estado Novo. A pesar de la distancia con su país natal, nunca perdió de vista los colores y sonidos de su infancia, en casa de Jundiá, mezclando estas raíces con la convivencia con grandes nombres de la vanguardia europea, como Pablo Picasso, Fernand Léger y Joan Miró. De este intercambio de influencias nació un pintor de repercusión internacional, que transformó toda su experiencia, incluida su reclusión durante la Segunda Guerra Mundial, a partir de un arte que traspasa fronteras.