Los hermanos 'Gauchos del Mar' Joaquín y Julián Azulay persiguen su objetivo de surfear en una de las zonas más australes del mundo, la Isla de los Estados. Viajan por tierra y viven en carpa recorriendo la Patagonia argentina y chilena durante seis meses, compartiendo sus experiencias con los habitantes locales, conociendo sus oficios y costumbres. Muestran la flora y fauna endémica y luchan contra las duras condiciones climáticas para llegar a Ushuaia. Ahí abordan un velero y navegan por el Canal Beagle para cruzar el Estrecho de Le Maire, uno de los mares más peligrosos del mundo, en su camino a la isla deshabitada. La película ocurre en dos tiempos. El presente es el viaje navegando hacia la Isla de los Estados en busca de nuevas olas donde nadie ha surfeado antes y, desde el barco, crean flashbacks al pasado, a diferentes lugares de la Patagonia donde acamparon y exploraron la costa en una camioneta. Cada recorrido al pasado tiene el objetivo de dejar un mensaje, enlazando las experiencias de la exploración en la Patagonia con el objetivo final. Sin saber a dónde iban a llegar ni dónde acampar cada noche, estos hermanos conocieron a lugareños que los invitaron a vivir en sus hogares y compartieron su forma de vivir. Se encontraron con gauchos (vaqueros), trabajadores de las algas, agricultores que producían y recolectaban sus cultivos como en los viejos tiempos, sin maquinaria alguna. Como si el tiempo no hubiera llegado a estos lugares aislados y la forma de vivir estuviera destinada a ser feliz, sencilla y comunitaria.
