1917. El investigador Genrikh Ivanovich Swieten es asignado por el jefe del gobierno provisional, Kerensky, para investigar la actividad de Grigory Rasputín durante el reinado del emperador Nikolay.

Al no poder pensar en ninguna explicación de su don, Rasputín decide dejar el monasterio. El padre superior lo envía con un anciano, Antip, que intenta matar a Grigory asumiendo que su poder divino no proviene de Dios sino del diablo.

Anna le cuenta a Swieten cómo las personas de alto rango comenzaron a acudir a Grigory en busca de ayuda: no sólo los curó de la infertilidad y las enfermedades, sino que también salvó sus almas y los liberó de la estupidez.

Por fin, Rasputín se encuentra en casa de su majestad y salva a su hijo de los ataques de hemofilia. Stolypin está en contra del fuerte impacto del anciano en la familia real, pero el emperador le aconseja que se familiarice con Grigory.

Se rumorea que Rasputín se está acercando mucho a la familia del emperador y tiene que dejar Peterhof por Pokrovskoye. Poco después del asesinato de Stolypin, la familia real lo llama de regreso al palacio para curar al joven príncipe.

Rasputín va a Pokrovskoye para no atender los rumores sobre su influencia en el emperador. Anna lo sigue, pero pronto regresa debido a la desaprobación de su esposa. Iliodor envía a Khioniya Guseva a matar a Rasputín y ella lo apuñala en su estómago.