Callen, Sam, Kensi y Deeks se hacen pasar una fuerza táctica de élite para investigar una embocada ligada al capo de un cártel con conexiones terroristas.
Después de que un agente es asesinado durante un ataque de seguridad del NCIS, el equipo debe determinar si fue un intento de asesinato o si alguien atenta contra los suyos.