Una presentación de personajes, un trozo de tarta sorpresa y un abrigo para una amiga que lo necesita.
Las chicas descubren que su archienemigo, Takahiro, ha vuelto. Y con él, su obsesión por las vírgenes.
Mii-chan necesita demostrar que tiene amigos, pero no tiene ninguno, así que recurre a un misterioso ritual para conseguirlo.
Mii-chan gana un hámster en un sorteo, pero parece ser una criatura maligna.
En este episodio nos deleitan con varios gags cortos.
Una dona hace que Mii recuerde su pasado.