Cuando su esposo es hospitalizado tras un accidente, la paramédica Karen decide alquilar las habitaciones libres de su casa. Todo parece ir bien hasta que Miranda se muda. Rápidamente, Miranda se infiltra en todos los aspectos de la vida de Karen. Cuando uno de los inquilinos aparece muerto, Karen sospecha de Miranda, sin imaginar que echar a su inquilina desquiciada desatará su furia asesina.