El escándalo de Ashley Madison

Cuando las citas por Internet despegan a principios de la década de 2000, aparece un sitio web diferente: la misión de Ashley Madison es destruir la monogamia moderna. Pero los principales medios de comunicación se niegan a publicar sus anuncios, y la empresa no logra causar impacto hasta que su nuevo director ejecutivo, Noel Biderman, adopta una publicidad viral escandalosa y ataca descaradamente a famosos. Biderman se convierte en la imagen de Ashley Madison y aparece a menudo en programas de entrevistas con su mujer, mientras la empresa sigue adelante con sus planes de dominación mundial.

Con cientos de millones de dólares entrando en las arcas de la empresa, Ashley Madison afirma estar al borde de una oferta pública de mil millones de dólares. Pero el desastre llega cuando unos piratas informáticos, que se hacen llamar “Equipo de Impacto”, amenazan con revelar los nombres y las fantasías sexuales secretas de millones de miembros, a menos que Ashley Madison cierre el sitio en un plazo de 30 días. A medida que la historia se hace mundial, comienza la cuenta atrás de un pirateo informático que podría devastar innumerables vidas.

Tras el devastador pirateo, los periodistas descubren nuevos e impactantes secretos sobre las prácticas comerciales de Ashley Madison. Los datos filtrados revelan que los hombres pagaban por enviar mensajes a miles de mujeres que ni siquiera existían. Peor aún para el director ejecutivo Noel Biderman, sus correos electrónicos personales se hacen públicos, exponiéndolo tanto a él como a la empresa a una posible ruina.