Apocalipsis: Guerra Fría

Hitler llegó el poder, instaló el nazismo en Alemania y pone la mira en Europa. Inesperadamente, el Führer se alía con Stalin antes de invadir Polonia. Francia y Gran Bretaña no tienen otra alternativa más que declararle la guerra a Alemania, pero esto no impide que los alemanes y los soviéticos destrocen tranquilamente Polonia. Empiezan las persecuciones a judíos y gitanos. En Occidente, ya empezó la "falsa guerra", un período de espera, incertidumbre y, también, esperanza. Los franceses, que recuerdan cuánto sufrieron durante la Primera Guerra Mundial, siguen intentando evitar este nuevo conflicto.

El 10 de mayo de 1940, comienza la "Blitzkrieg" o "guerra relámpago". El ejército alemán entra a Bélgica, los Países Bajos y Francia. Tras una violenta batalla, las tropas británicas entran en pánico en Dunkerque, y el ejército francés es derrotado. Los civiles deben huir en un verdadero éxodo. Francia queda indefensa ante este poderoso enemigo y sus ciudadanos deben elegir entre cooperar con Pétain o resistirse en favor de Churchill. Aunque bombardeó severamente las ciudades británicas, Hitler finalmente ve que aún no puede derrotar al Reino Unido, por lo que decide atacar a su "aliado" soviético.

París está ocupada, como la mayoría de las capitales europeas, excepto Londres, que se resiste a los submarinos y los bombardeos alemanes. Churchill se niega a firmar la paz. Muy preocupado por el rearmamento de Estados Unidos, Hitler decide atacar a la URSS para completar su dominio de Europa antes de que los estadounidenses intervengan en el viejo continente. Esta es una nueva apuesta para el Führer, pero él está ebrio con sus victorias y está convencido de que tres meses bastarán para derrotar a la Rusia de Stalin. La Wehrmacht pasa por los estados bálticos y por Ucrania, donde los alemanes inicialmente son recibidos como liberadores, y lleva a cabo una verdadera guerra de exterminación contra el "judeobolchevismo". Esto llega a su apogeo con el "Holocausto por balas". Inesperadamente, con ayuda de las duras condiciones climáticas, los soviéticos se defienden heroicamente. Es el comienzo de una larga pesadilla para los soldados alemanes. Al llegar a las cercanías de Moscú, la Wehrmacht enfrenta dificultades, al igual que en África, donde el general Rommel, que había ido a ayudar a los italianos, tiene todo un desafío con los Aliados. Cuando los japoneses atacan Pearl Harbor por sorpresa, la guerra se vuelve mundial.

Tras el ataque sorpresivo a Pearl Harbor, Roosevelt le declara la guerra a Japón y el conflicto se vuelve mundial. A pesar de su constante resistencia, las fuerzas de los Aliados no pueden detener el furioso avance del ejército japonés por el sudeste asiático. Incluso la India y Australia están en riesgo. La derrota de los japoneses en Midway, seguida de la llegada de los estadounidenses a Guadalcanal, son las primeras señales de esperanza, pero también el principio de largas y sangrientas batallas en el "infierno verde" de la jungla. Mientras tanto, la resistencia empieza a organizarse en Europa y el norte de África. Sus ataques aumentan y los bombarderos británicos empiezan a sembrar terror por toda Alemania. Sin embargo, nada parece capaz de detener a las tropas de Hitler. Rommer está en la frontera de Egipto y la esvástica flamea sobre la ciudad de Stalingrado. Se instiga la "solución final" para exterminar a los judíos.

Los grandes desembarcos (en 1944) en Normandía (el Día D) y en Saipán, en el Pacífico, ocurren prácticamente el mismo día.

En 1944, los Aliados entran a Italia, pero detiene su avance la Wehrmacht, que estaba seguramente protegida tras la Línea Gustav (el monte Cassino). En Normandía y en Saipán, en el Pacífico, los Aliados organizan simultáneamente los desembarcos más grandes de la historia. En esta ardua lucha entre los Aliados y el Eje, los civiles de ambos lados del mundo son quienes pagan el mayor precio. El 20 de julio, Hitler escapa milagrosamente de un atentado contra su vida. Las repercusiones son feroces y la SS se apodera completamente de Alemania. En las Ardenas, el último contraataque que ordena Hitler para frenar a los Aliados falla, en parte gracias al heroísmo de los soldados estadounidenses. En Oriente, el Ejército Rojo sigue progresando y llega a Berlín. Ya nada puede salvar a Alemania, ni siquiera sus armas secretas, el V1 y el V2. Hitler se suicida. En el Pacífico, los kamikazes atacan a la flota estadounidense, y el ejército japonés, más fanático que nunca, lucha con todas sus fuerzas. Para acabar definitivamente con el imperio del sol naciente y evitar un desembarco en el propio Japón que sería sumamente sangriento, Estados Unidos lanza la bomba atómica. Es el apocalipsis.