Los gozos y las sombras

Carlos Deza regresa a Pueblanueva del Conde tras 18 años. Junto a los Aldán, Churruchau y Sarmiento mandaban en el pueblo, enfrentados a Cayetano Salgado, actual dueño de los astilleros.

Carlos Deza vuelve a su casa y le quita el polvo a viejos recuerdos. Recibe un regalo de Pascua de La Galana.

Carlos interviene en la reconstrucción de la iglesia. Doña Lucía lo invita a merendar para presentarle a dos jóvenes. Más tarde, Carlos se reencuentra con las hermanas de Juan Aldán.

Carlos prepara su casa para habitarla. Clara lo ayuda y, en una de sus visitas, le cuenta a Carlos sus más íntimos secretos y su intención de marcharse de Pueblanueva.

Carlos, después de charlar con Juan Aldán, regresa a su casa, donde encuentra una nota de Rosario en la que le comunica su visita y pasan la noche juntos. Al día siguiente ella no acude a su cita con Cayetano.

Carlos y Clara van al cine y más tarde al café, en donde ella le cuenta sobre su vida. Carlos le confiesa a su tía, doña Mariana, que se siente atraído por Clara y Rosario.