Coliseo

Después de establecer un estrecho vínculo, dos gladiadores, el bárbaro Prisco y el campeón de Roma, Verus, deben luchar a muerte ante 50 000 espectadores.

El maestro de obras Haterius construye el Coliseo a partir de las cenizas de la Casa Dorada de Nerón, pero su trabajo está lejos de terminar, porque el nuevo emperador Domiciano le asigna la tarea de agregar una compleja red de túneles subterráneos.

A medida que el Imperio Romano continúa expandiéndose, también lo hace la diversidad de bestias exóticas que se traen para entretener a las multitudes del Coliseo, y más de un millón de animales son sacrificados.

En los grandiosos juegos del año 107 d. C. organizados por el poderoso emperador Trajano, el público asiste a un espectáculo con protagonistas poco habituales: las gladiadoras.

Durante los 123 días de juegos de Trajano en el 107 d. C., el obispo Ignacio de Antioquía fue ejecutado por formar parte de una religión clandestina que amenazaba las tradiciones romanas.

Galeno de Pérgamo, uno de los científicos más famosos del mundo antiguo, logró un nombre como médico de gladiadores.