Wibbly es un cerdito que tiene un amigo llamado Piggley. Wibbly se esconde y Piggley lo busca. Wibbly pinta objetos sobre un papel, también juega, baila y canta. El dibujo de Wibbly toma diferentes formas, así Wibbly aprende a dibujar varios objetos.

Wibbly hizo su propio castillo, el problema es que adentro hay un dragón y debe encontrarlo. En su búsqueda se topa con el rey y su mago. Cuando finalmente lo encuentran, resulta ser un pequeño dragón que hace tostadas y ¡Wibbly lo supo todo el tiempo!

Wibbly encuentra un cojín e intenta dormir sobre él, pero por alguna razón no puede. Se siente incómodo y comienza a juntar cada vez más y más cojines hasta formar una montaña enorme. Wibbly intenta dormir. ¿Será suficiente una canción de cuna?

Wibbly tiene problemas para dormir de nuevo, pero esta vez está en su cama. Su amigo hace de todo para ayudarlo, como por ejemplo, cantar una canción de cuna y apagar la luz. Wibbly inventa excusas para no dormir, pero ya es la hora de descansar.

Wibbly trata de plantar flores, pero un pájaro se come las semillas. Solo queda una semilla. Piggley la planta en una maceta. Wiggly debe aprender a ser paciente y esperar a que la planta crezca por sí sola con ayuda del agua que él le pone.

Wibbly está proyectando su sombra en la pared a la luz de la luna. Al principio, su sombra copia todo lo que hace, ¡pero luego parece tener ideas propias! ¡Corre por toda la habitación, arriba, abajo, alrededor y hasta cambia de color!