El origen del portaaviones

Once completed, HMS Queen Elizabeth will be the United Kingdom’s largest warship, longer than three football fields and taller than Niagara Falls. But right now, she’s months away from being seaworthy and battle ready. She and her crew must pass a series of grueling tests that will push the gargantuan vessel and her sailors to the breaking point. With exclusive and unprecedented access, we follow Captain Jerry Kyd and his 700 sailors as they acclimate themselves to a new life aboard Britain’s first supercarrier.

Britain’s largest warship, HMS Queen Elizabeth, has left the dockyard and entered the North Sea. With 700 sailors and 200 construction workers on board, she’ll be pushed to the limits before deemed ready for combat. With unprecedented access, follow the ship and her crew through six weeks of sea trials and real emergencies, including a potential man overboard, a disturbing sound from under the ship, and an attempt to land an aircraft on the flight deck.

Britain’s supercarrier HMS Queen Elizabeth is wrapping up sea trials, but she has a long way to go before being battle-ready. First, she and her crew must test a brand-new fire fighting system, make a dramatic rendezvous with the USS George Bush, and team up with American pilots to train on the top-secret F-35 jet, the most advanced fighter ever built. Finally, she heads to her home port of Portsmouth for an emotional arrival and an appointment with someone no one ever keeps waiting: her royal namesake, Her Majesty the Queen.

El portaaviones HMS Queen Elizabeth, la apuesta británica de $4 mil millones, por fin está listo para partir del astillero de Portsmouth hacia su despliegue determinante de cuatro meses en altamar. La misión es para forjar a la tripulación del buque nuevo como una fuerza de combate efectiva. Suba a bordo para una vista exclusiva a la vida tanto en cubierta como por debajo de la misma, además acompañe a la tripulación mientras hacen frente a los retos de un buque de guerra ruso, los desbordamientos, fugas de combustible y una primera noche en tierras norteamericanas digna de ser un encabezado.

El buque de guerra británico más grande, el HMS Queen Elizabeth, se encuentra en el segundo de los cuatro meses de despliegue riguroso al oeste del Océano Atlántico para poner a prueba su compatibilidad con el avión furtivo ultra secreto F-35B Lightning. Luego de una docena de aterrizajes y despegues, tanto de día como de noche, el Comandante Jerry Kyd quiere averiguar qué tan bien operarán la aeronave y el portaaviones durante condiciones climatológicas y de viento difíciles. Se les pone a prueba cuando el navío es golpeado por uno de los huracanes más poderosos que haya golpeado el sureste de los EE.UU. en décadas.

Son las últimas semanas del primer despliegue del HMS Queen Elizabeth y todo va en aumento. Los pilotos de prueba deben intentar un arriesgado método de aterrizaje jamás intentado con el F-35B Lightning y lanzar armas de la aeronave por primera vez. El portaaviones concluirá su misión de cuatro meses de una forma espectacular al atracar en el puerto de Nueva York, donde pasará de ser un buque de guerra a una embajada flotante, un centro de conferencias y una sala de conciertos para los VIP y los dignatarios de Norteamérica.