Un plan desesperado logra liberar a Jamie, pero sus heridas son más que físicas. En un monasterio cercano, Claire intenta salvar tanto el corazón y el alma de Jamie, mientras que su mente permanece en la tortura.
Jamie espera su sentencia de muerte en la prisión de Wentworth mientras Claire y los montañeses idean un plan de rescate. Cuando "Black Jack" visita a Jamie, se da cuenta de que hay un destino peor que la muerte.