Corazones Blindados

Raúl Avila se convierte en oficial de policía luego de presenciar la muerte de su padre, Diana Ochoa, su compañera, son dos policías que patrullan las calles de Bogotá. En su primer día de trabajo se enfrenta a los verdaderos peligros de su profesión.

Durante un operativo, un criminal secuestra a Diana y amenaza con matarla. El Teniente Raúl y todo su escuadrón acuden de inmediato y logran salvarla sana y salva. En la comisaría preparan un operativo para dar con los autores del secuestro.

El Teniente Raúl y su gente logran la captura de Alias “Torombolo”, Gongo está furioso y le dice a Solipa que tiene miedo que hable y confiese sus crímenes. Gongo envía uno de sus abogados que interrumpe en la audiencia y logra retirarle los cargos.

En la estación Mártires, el General le dice al Teniente Raúl que no es buena idea que siga en ese distrito, pero él le pide una oportunidad para capturar a Gongo y a sus cómplices. El General le pregunta si confía en Solipa, su amigo de la niñez.

Una vez terminada la plática que sostuvo la subteniente con la Mayor Salguero, Ochoa le dice al Teniente Ávila que lo espera la Mayor para hablar con él. La escuela de la hija de la subteniente, es tomada por criminales, quienes secuestran a la pequeña.

Durante un enfrentamiento con vagabundos, la policía debe sacar de inmediato un cadáver, antes que tomen venganza. El teniente Ávila y Ochoa, tienen un problema con su moto y van al taller de Solipa, sin saber que Gongo se encuentra ahí.