El Juego Definitivo: Dentro de la NHL

Los Maple Leafs de Toronto están bajo los reflectores más brillantes del hockey y desde 1967 no han ganado la Copa Stanley. Su nueva superestrella, William Nylander, tiene un contrato por $92 millones, el peso del mundo sobre los hombros y un sorprendente mejor amigo desde que tenía 15 años: David Pastrnak, la superestrella de su rival más odiado, los Bruins de Boston.

Los jugadores de hockey se definen con una palabra: rudeza. Y dos de los jugadores más rudos de la liga, Filip Forsberg y Jack Eichel, están en dos ciudades que se distinguen en la NHL por su fanatismo por el hockey: Nashville y Las Vegas. Ambos guerreros soportan el sufrimiento mental y emocional para alcanzar sus metas. Nuestra única pregunta es: ¿Por qué?

Es un privilegio atestiguar el día en que un atleta profesional se vuelve una estrella, pero es lo que vimos con el portero de los Bruins, Jeremy Swayman, en los playoffs de la Copa Stanley de 2024. Un marcado contraste con el oponente de Swayman en la segunda ronda, Matthew Tkachuk, que encontró el hogar perfecto como el curtido líder de los favoritos para ganar la Copa, los Panthers de Florida.

En este episodio vemos a tres capitanes en tres fases muy diferentes de sus carreras: Quinn Hughes en su primer año como capitán en Vancouver, Gabe Landeskog en el que podría ser su último año en Colorado, y Jacob Trouba, en medio. Los tres tienen estilos muy diferentes de liderazgo, pero todos personifican una tradición pura del hockey.

Para Connor McDavid, las probabilidades de ganar o de perder la copa Stanley son finales: En una conferencia de prensa al final de la última temporada, Connor en persona dijo: "El año que viene es la Copa o la Muerte". Con esas palabras, el escenario quedó listo.

En la segunda parte de La Copa o la Muerte, atestiguamos uno de los mayores regresos en la historia de los deportes. Mientras Connor McDavid arrastra a los Panthers de vuelta a Alberta, Matthew Tkachuk y su familia batallan con la idea de dejar que la copa Stanley se les escape entre los dedos por segundo año consecutivo.