Ana Belén
Pocas figuras hay en el mundo del espectáculo en español con una carrera tan sólida y respetada como la de Ana Belén. La cantante, actriz y musa de varias generaciones debutó con 12 años y sigue activa casi seis décadas después. Hemos cantado sus canciones y visto sus películas y como su carrera en la radio, el cine, el teatro, la música y la televisión ha ido al compás de los grandes acontecimientos de la historia de España y de la vida cotidiana de los españoles. Pocos días antes de presentar la gala de los Premios Goya junto a Los Javis, la artista madrileña recibe a Jordi Évole en Menorca, un lugar que se ha convertido en su refugio íntimo, para repasar su vida y su carrera, entrando en su territorio más íntimo y alejado de los flashes. Ambos recorren a pie la isla mientras recuerdan cómo ella empezó cantando a diario en la radio, cuando era todavía una niña y actuaba con su nombre, Pilar Cuesta. De esa ‘niña prodigio’ partió una carrera que hoy incluye 35 discos, 40 películas y centenares de representaciones teatrales. Más allá de su carrera artística, Ana Belén repasa también su trayectoria personal. Desde la responsabilidad que sentía siendo una niña al llevar dinero a casa, el despertar de su conciencia política en los setenta y su paso por el PCE, hasta cómo conoció a Víctor Manuel, su pareja desde hace más de cincuenta años y autor de buena parte de los temas que ella ha cantado. Comentando la actualidad política, Ana Belén defiende lo que se consiguió en la Transición y muestra su molestia cuando ahora se menosprecia aquel proceso: "La Transición no la hicieron unos señores que se sentaron, fue la gente la que empujó". Tampoco está de acuerdo con el dilema que plantea hoy la derecha entre “comunismo o libertad”. Se pregunta si la libertad es “tomarse unas aceitunas” o tener un buen sistema de sanidad público. A las puertas de los Goya y tras la aparición de nuevas acusaciones de abusos en el cine español, el Me Too aparece también en la conversación. La artista revela que ella también sufrió una situación de acoso con un director, aunque fuera del set de rodaje. El viaje por la vida de la artista y la entrevista se cierran con una desenfadada actuación de Ana Belén y Évole en un karaoke, una “afición secreta” de la cantante.