Steve trata de convencer a Fiona de que se vaya de la ciudad con él.
En el comienzo de la segunda temporada, los Gallagher viven un verano ajetreado en Chicago. Mientras Fiona sirve copas en un club, Frank pierde a Liam en una apuesta con un hombre iracundo llamado Baby.
Frank está a punto de recibir un pago. La única pega es que necesita la firma de su exmujer, Monica.
Mientras Sheila continúa venciendo su agorafobia, Frank se acerca a Dottie "Butterface" Coronis, una mujer enferma que puede ser su próxima salvación financiera. Fiona explora su libertad sexual.
Cuando Frank deja la bebida, Carl y Debbie disfrutan del regreso de su padre, a pesar de las advertencias de Lip de que la situación no durará. Mientras tanto, Fiona se las arregla para buscar un trabajo mejor.