La odisea de un tesoro

Año 1945: los aliados ocupan Alemania y empieza a establecerse un nuevo orden mundial, a un soldado estadounidense especialista en arte sacro medieval le encomiendan una misión muy peligrosa.

De la mano de Homero y siguiendo los pasos del acaudalado empresario Heinrich Schliemann, nos sumergimos en la verdadera odisea del tesoro de Príamo, que abarca más de tres milenios. Recorreremos desde las llanuras de Tróade (actual Turquía) hasta los oscuros sótanos del mayor museo de Moscú pasando por las bodegas de un búnker nazi.

Esta es la historia del tesoro del rey más rico de la Antigüedad clásica, Creso. Perdida en el tiempo, la fortuna maldita de este monarca pudo recuperarse en Turquía en 1966 y se vendió más tarde al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Tras una larga batalla legal, regresó al país otomano, donde fue robado de nuevo, pero, sorprendentemente, en 2013, fue devuelto. Parece que la maldición del

Al abandonar París en 1940, Hitler ordenó saquear ‘Les Invalides’, los trofeos de guerra de Napoleón debían ser trasladados a Berlín para adornar el grandioso museo que el Führer iba a construir en su nueva Germania, pero ¿qué pasó finalmente con el tesoro del emperador?

En 1940, en Saint-Leu-la-Forêt, cerca de París, la famosa clavecinista Wanda Landoswska fue despojada de todas sus pertenencias por un comando nazi al que se le había ordenado robar partituras e instrumentos musicales de valor incalculable. Una de las cajas contenía el piano en el que supuestamente Chopin compuso sus famosos Preludios. ¿Qué ocurrió con este piano y con los tesoros robados por toda