Con nueve años, Jordi Pujol tiene un sueño: reconstruir un país devastado por la guerra civil y el franquismo y llegar a ser algún día presidente de Cataluña. Un objetivo que marcará toda su vida y la de su familia.
El papel de Pujol durante el golpe de estado del 23F le consolida como una de las figuras clave de la Transición. Asentado como presidente de la Generalitat, construye las bases de su mito y hegemonía en Cataluña.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona esconden una batalla política en la sombra. La hegemonía pujolista se verá truncada con la llegada a la Generalitat de Maragall, quien acabará desvelando un secreto a voces en Cataluña: la corrupción convergente.
El 25 de julio de 2014 se desata un seísmo político y social en Cataluña cuando Jordi Pujol confiesa una fortuna oculta en Andorra. Una revelación que llevará al expresidente y a su familia ante la justicia acusados de enriquecerse ilegalmente.