Arenas movedizas

Después de un tiroteo en una escuela, Maja Norberg, de 18 años, es puesta bajo custodia policial y es acusada de asesinato.

La inspectora Nilsson habla con Maja sobre su relación con Sebastian y ella recuerda una fiesta que él organizó al inicio del nuevo año escolar.

En el día del funeral, dominada por la culpa, Maja quiere escapar de su celda. En un recuerdo, el vínculo de Maja con Samir se profundiza cuando Sebastian pierde el control.

El comportamiento de Sebastian conduce a Maja a terminar con él. Durante una reconstrucción policial del tiroteo, los recuerdos de ese día afloran en Maja.

Cuando comienza el juicio, Maja enfrenta 14 años de prisión y cuenta la verdadera naturaleza de Claes y cómo su cumpleaños número 18 dio un giro.

Un testigo que sobrevivió al tiroteo declara que la noche anterior a la tragedia, Sebastian organizó una fiesta que terminó en un enfrentamiento.